lunes, 15 de junio de 2009

VITIVINÍCOLA SAN ANTONIO



🍷 Vitivinícola San Antonio: Tradición familiar y sabor auténtico en Santa Cruz de Flores

En el apacible distrito de Santa Cruz de Flores —fundado oficialmente en 1922 y hoy reconocido como la Capital del Vino del Perú— se encuentra una de las bodegas más emblemáticas de la región: la Vitivinícola San Antonio. Su historia, tejida con paciencia y dedicación, se remonta a la década de 1970, cuando bajo el nombre de “El Carmen”, don José Dolores Chumpitaz inició junto a sus hijos Antonio y Amancio la noble tarea de elaborar vinos artesanales que capturaban el alma del valle.

Aquella primera etapa, marcada por el trabajo manual, el respeto por la tierra y el conocimiento transmitido de generación en generación, sentó las bases de lo que hoy es la Vitivinícola San Antonio, dirigida por el señor Antonio Chumpitaz Cuya, junto a su esposa e hijos. Esta continuidad familiar no solo preserva el legado de don José Dolores, sino que lo enriquece con nuevas técnicas, visión empresarial y un profundo amor por la tradición.

Ubicada a tan solo medio kilómetro del centro del distrito y también presente en la Plaza de Armas N.º 430 —corazón histórico de Santa Cruz de Flores—, la vitivinícola ofrece a sus visitantes una experiencia cálida y auténtica. En sus instalaciones, cuidadosamente acondicionadas, se puede degustar una selecta variedad de vinos tintos en estilos semi seco, seco y abocado, así como piscos de alta calidad en sus versiones puro, macerado y acholado, todos elaborados con uvas cultivadas en los fértiles suelos del valle de Mala.

Santa Cruz de Flores, con su clima templado, su devoción a la Santísima Cruz (celebrada cada 3 de mayo), sus paisajes de Azpitia —conocido como “El Balcón del Cielo”— y su gastronomía típica, es un distrito que ha sabido conjugar historia, fe y sabor. En este contexto, la Vitivinícola San Antonio se presenta como una expresión viva de esa identidad: un lugar donde el visitante no solo prueba vino, sino también memoria, esfuerzo y hospitalidad.

La bodega mantiene viva la esencia artesanal, respetando los tiempos de fermentación, la selección manual de las uvas y el cuidado en cada etapa del proceso. Su presencia en el circuito vitivinícola local contribuye al prestigio del distrito, que gracias a productores como la familia Chumpitaz, ha consolidado su reputación como epicentro del vino artesanal en el Perú.

Así pues, visitar la Vitivinícola San Antonio es recorrer un capítulo esencial de la historia enológica de Santa Cruz de Flores. Es una parada obligatoria para quienes buscan autenticidad, sabor y el calor de una familia que ha hecho del vino su vocación y su legado.


lunes, 11 de mayo de 2009

VITIVINICOLA VIÑA FLORINO

                                              


                                                 "PASIÓN POR EL BUEN VINO"

En el apacible distrito de Santa Cruz de Flores —fundado oficialmente el 27 de diciembre de 1922 y hoy reconocido como la Capital del Vino del Perú— se alza con distinción la Vitivinícola Viña Florino, una empresa familiar que ha sabido conjugar tradición, calidad y calidez en cada etapa de su desarrollo.

Administrada por el señor Antonio Caycho Huapaya, Viña Florino es mucho más que una bodega: es un espacio de memoria viva, donde el legado de sus padres —dedicados por décadas a la elaboración artesanal de vinos y piscos— se transforma en una experiencia sensorial para el visitante. Desde su ingreso a la Asociación Vitivinícola Artesanal en el año 2003, la vitivinícola ha sido protagonista activa en las actividades que fortalecen la identidad enológica del distrito, siempre con el apoyo de la señora Adela Caycho y sus sobrinos, pilares fundamentales de esta empresa familiar.

Con 18 medallas y numerosos diplomas de reconocimiento, Viña Florino se ha consolidado como una de las casas productoras más premiadas de Santa Cruz de Flores. Su sala de degustación, cuidadosamente diseñada, ofrece un ambiente acogedor y elegante, donde el visitante puede disfrutar de una amplia gama de productos elaborados con esmero y fidelidad al método artesanal:

  • Vinos en diversas variedades y estilos

  • Piscos con denominación de origen

  • Macerados de frutas locales

  • Vinagre de manzana de producción natural

Cada producto refleja el carácter de la tierra, el conocimiento transmitido por generaciones y el compromiso con la excelencia. La pisa de uva, la fermentación controlada y la destilación en alambiques tradicionales son parte de un proceso que honra la historia vitivinícola del distrito.

Santa Cruz de Flores, enclavado en el fértil valle de Mala, no solo destaca por su producción enológica, sino también por su devoción a la Santísima Cruz —celebrada cada 3 de mayo—, sus paisajes de Azpitia, conocidos como “El Balcón del Cielo”, y su gastronomía típica, que incluye carapulcra con sopa seca, chicharrón de chancho y ceviche de camarones.

Así pues, si usted visita Santa Cruz de Flores, no olvide que Viña Florino es una parada obligatoria. Allí lo espera el señor Antonio Caycho, quien con amabilidad y orgullo le ofrecerá una copa de su mejor vino, acompañado de una conversación que revela el alma de esta tierra generosa. En Viña Florino, cada sorbo es una celebración de la historia, la familia y el sabor auténtico del Perú.

Teléfonos: 990006832

DIRECCIÓN: Av. 03 de Mayo S/N

VITIVINICOLA VIÑA DIEZ - HOSPEDAJE EL SOL DE BUJAMA



De: Héctor Diez Arenas.    

En el km 91.5 de la Panamericana Sur, en la apacible localidad de Bujama Baja —a escasos minutos de Santa Cruz de Flores, distrito fundado en 1922 y hoy reconocido como la Capital del Vino del Perú— se encuentra un enclave singular donde la hospitalidad y la vitivinicultura se entrelazan con elegancia: la Viña Diez y el Hospedaje El Sol de Bujama, ambos bajo la dirección del señor Héctor Diez Arenas.

Este espacio, que conjuga el arte del descanso con el arte del vino, ofrece al visitante una experiencia multisensorial. El hospedaje, cuidadosamente diseñado, cuenta con habitaciones para parejas y familias, cochera privada y una terraza panorámica que permite contemplar, en un solo giro, el azul del océano y el verdor del valle de Bujama. En su interior, una colección de antigüedades recibe al visitante como si se tratara de un museo íntimo, antes de conducirlo al bar y sala de degustación, donde el anfitrión comparte con generosidad sus vinos, piscos y macerados.

La Viña Diez, ubicada dentro del hospedaje, es una bodega que ha sabido posicionarse por la calidad de sus productos y por su compromiso con la viticultura ecológica. Don Héctor cultiva sus viñedos en Lunahuaná y Azpitia sin pesticidas ni fertilizantes químicos, respetando los ciclos naturales de la tierra y preservando el carácter auténtico de cada cepa. A pesar de ser norteño, su vínculo con Santa Cruz de Flores es profundo: allí cuenta con grandes amistades y es miembro activo de la Asociación Vitivinícola Artesanal del distrito, institución que ha sido clave en el reconocimiento nacional de la región como epicentro del vino artesanal.

Durante nuestra visita, tuvimos el privilegio de degustar un vino Malbec aún no disponible en el mercado, una muestra de la constante innovación que caracteriza a Viña Diez. A la fecha, la bodega ofrece 15 productos con denominación de origen, entre ellos:

🍇 Vinos

  • Borgoña (seco y semiseco)

  • Rosse Quebranta (seco y semiseco)

  • Blanco Italia (seco y semiseco)

  • Blend Borgoña & Malbec

  • Cepas francesas seleccionadas

🥃 Piscos

  • Quebranta

  • Italia

  • Acholado

🍑 Macerados

  • Durazno

  • Níspero

  • Guayaba

  • Pasas Italia

Los productos de Viña Diez han sido reconocidos con medallas de plata en concursos regionales durante tres años consecutivos, especialmente por sus piscos Quebranta e Italia. La sala de cata, decorada con buen gusto y rodeada de historia, permite apreciar estos logros entre brindis y conversación.

Santa Cruz de Flores, además de su vocación vitivinícola, es tierra de devoción —celebrada cada 3 de mayo en honor a la Santísima Cruz—, de paisajes sublimes como los de Azpitia, y de una gastronomía que marida a la perfección con los vinos de la región: carapulcra con sopa seca, chicharrón de chancho, ceviche de camarones y pachamanca.

Así pues, visitar Viña Diez y el Hospedaje El Sol de Bujama es más que una escapada: es una inmersión en el arte de vivir, donde el vino, la historia y la hospitalidad se funden en una experiencia inolvidable. Y como diría el propio Don Héctor: entre salud y salud, se cultiva la amistad.


VISITE VIÑA DIEZ Y HOSPEDAJE EL SOL DE BUJAMA

Km. 91.5 Panamericana Sur Bujama Baja - Mala - Cañete

TELEFONOS:

Fijo: 5870029 / 2412872

jueves, 16 de abril de 2009

VITIVINICOLA SAN FELIPE



"El día que yo me muera no quiero que llore la gente, que lloren los alambiques que destilen pisco y agua ardiente."

—Aurelio Conde Huapaya

En el distrito de Santa Cruz de Flores, cuna de viñedos y devoción, donde la tierra conversa con el sol y la historia se fermenta en barricas, se alza con nobleza la Vitivinícola San Felipe. Fundada sobre el legado de tres generaciones dedicadas al arte del vino y el pisco, esta casa productora encarna el alma de un pueblo que ha hecho de la vitivinicultura su estandarte cultural.

Don Aurelio Conde Huapaya, patriarca de esta tradición, ha consagrado su vida a la elaboración artesanal de vinos y piscos, siguiendo los pasos de su padre y transmitiendo el oficio a sus hijos. Junto a su esposa y familia, ha forjado una empresa que no solo produce bebidas de excelencia, sino que preserva el método ancestral con respeto y orgullo. Su compromiso con la autenticidad lo llevó a convertirse en socio fundador y primer presidente de la Asociación Vitivinícola Artesanal de Santa Cruz de Flores, institución clave en el reconocimiento del distrito como la Capital del Vino.

La Vitivinícola San Felipe cuenta actualmente con tres alambiques, símbolo de su capacidad productiva y de su fidelidad al proceso tradicional. Sus productos han sido galardonados en diversos certámenes, destacando la medalla de plata obtenida en el concurso regional por su exquisito Pisco Quebranta, elaborado con uvas seleccionadas del fértil valle de Mala.

Pero San Felipe no es solo una bodega: es también un espacio de encuentro y sabor. En su local, ubicado en la prolongación Pedro Avilio Ayala S/N, se atiende con calidez a visitantes y comensales que llegan atraídos por la buena sazón y el ambiente familiar. La demanda creciente ha motivado a la familia a inaugurar próximamente un restaurante propio, donde la gastronomía local —carapulcra con sopa seca, chicharrón de chancho, ceviche de camarones— se servirá acompañada de los mejores vinos y piscos de la casa.

Santa Cruz de Flores, fundado oficialmente en 1922, es un distrito que respira historia y tradición. Su devoción a la Santísima Cruz, celebrada cada 3 de mayo, sus paisajes de Azpitia —conocido como “El Balcón del Cielo”— y su vocación agrícola lo convierten en un destino privilegiado para quienes buscan autenticidad y belleza. En este contexto, la Vitivinícola San Felipe se presenta como un faro de identidad, donde cada copa es un homenaje a la tierra, al trabajo y al amor por lo propio.

Así pues, visitar San Felipe es más que una degustación: es una experiencia sensorial y emocional, una inmersión en la memoria viva de Santa Cruz de Flores. Allí, los alambiques no solo destilan pisco: destilan historia. 

La Vitivinícola San Felipe se encuentra en prolongación Pedro Avilio Ayala S/N

Telf.: 7778046 cel.9854122229 - 975070414
cel.: 998765383


Lima fono fijo 4207776

martes, 14 de abril de 2009

VITIVINICOLA CAMACHO

                 

                    “Disfrute de un buen Vino y un buen Pisco de calidad Camacho” 

En el apacible distrito de Santa Cruz de Flores —joya agrícola de la provincia de Cañete y orgullosamente conocida como la Capital del Vino— se encuentra la Vitivinícola Camacho, una empresa familiar que encarna el espíritu de perseverancia, innovación y afecto fraterno. Fundada por don Juan Camacho Llanos, uno de los miembros más respetados de la Asociación Vitivinícola Artesanal del distrito, esta casa productora ha sido testigo de la evolución de la viticultura local desde sus raíces tradicionales hasta sus actuales prácticas sostenibles.

Hoy, la vitivinícola es administrada por su hijo, el ingeniero industrial Mario Camacho, quien ha sabido conjugar el legado artesanal con los avances tecnológicos de la enología moderna. En homenaje al vínculo indisoluble que lo une a sus hermanos José y Julio Camacho, ha bautizado sus piscos con el nombre TILKAY, evocando el imponente cerro triangular que se alza tras Machu Picchu. Así como esa montaña representa solidez y permanencia, también lo hace la relación entre estos tres hermanos, cuya unión ha sido piedra angular del proyecto familiar.

Desde hace siete años, los viñedos de la Vitivinícola Camacho se cultivan bajo principios ecológicos: sin pesticidas ni fertilizantes químicos, respetando los ciclos naturales de la tierra y preservando el método artesanal heredado de generaciones anteriores. Esta transición hacia la viticultura sostenible no fue sencilla, pero hoy rinde frutos tanto en calidad como en reconocimiento.

La casa cuenta con seis medallas obtenidas en concursos regionales y departamentales, destacando en categorías como Pisco Acholado, Mosto Verde y Vino Borgoña Seco. Su catálogo de productos es amplio y refinado: vinos elaborados con cepas Borgoña, Quebranta e Italia en versiones seco, dulce y semiseco; piscos con denominación de origen en variedades Italia, Quebranta, Mosto Verde y Acholado; y macerados artesanales de durazno y fresa que capturan la esencia frutal del valle.

La atención al público se realiza en sus acogedoras instalaciones ubicadas en la intersección de la avenida Bolognesi con la avenida Lima, en el tradicional barrio de La Huayrana, uno de los núcleos históricos del distrito. Allí, los visitantes son recibidos con cordialidad y pueden conocer de cerca el proceso de elaboración, degustar los productos y compartir con una familia que ha hecho del vino y el pisco no solo una actividad económica, sino una expresión de identidad cultural.

Santa Cruz de Flores, fundado oficialmente en 1922, es mucho más que un distrito vitivinícola: es tierra de devoción —como la que se rinde a la Santísima Cruz cada 3 de mayo—, de paisajes sublimes como los de Azpitia, y de una gastronomía que marida a la perfección con sus vinos: carapulcra con sopa seca, ceviche de camarones, chicharrón de chancho y pachamanca.

La Vitivinícola Camacho, con su compromiso ecológico, su historia familiar y su excelencia artesanal, representa con orgullo el alma de este distrito. Visitarla es comprender por qué Santa Cruz de Flores no solo produce vino: cultiva memoria, afecto y sabor.

lunes, 13 de abril de 2009

VITIVINICOLA ANDRES ARIAS AYALA

             


            “Vitivinícola Andrés Arias Ayala sinónimo de calidad y buen gusto”  

En el apacible distrito de Santa Cruz de Flores, enclavado en el fértil valle de Mala y reconocido como la Capital del Vino del Perú, se alza con distinción la Vitivinícola Andrés Arias Ayala, sinónimo de calidad, tradición y refinamiento. Esta casa productora, una de las más bellas y organizadas del distrito, encarna el legado de don Andrés Arias Ayala, pionero en la elaboración artesanal de vinos y piscos, y cuya visión ha sido cuidadosamente preservada por sus hijos y nietos.

Hoy, bajo la administración de María Arias Cuya y Juan Arias Cuya, con el apoyo de sus hermanos Andrés y María Arias Cuya, la vitivinícola continúa floreciendo como un proyecto familiar que honra sus raíces mientras abraza la innovación. Su compromiso con la excelencia ha sido reconocido en múltiples certámenes, destacando el prestigioso Pisco Quebranta, galardonado con dos medallas locales, dos departamentales, una regional en 2007 y una nacional en 2008 —testimonio de su calidad y autenticidad.

La oferta de la Vitivinícola Andrés Arias Ayala es tan generosa como diversa: cuenta con 16 productos que incluyen 9 vinos, 4 piscos, 3 macerados, además de licor de membrillo, sidra y vinagre de manzana. Cada uno de ellos refleja el equilibrio entre lo artesanal y lo tecnológico, resultado de años de perfeccionamiento y pasión por el oficio.

Más que una empresa, esta vitivinícola es una asociación familiar que ha sabido convertir el legado de don Andrés en una marca de identidad cultural. Año tras año, sus descendientes implementan mejoras, participan activamente en ferias locales y regionales, y proyectan sus productos hacia la exportación, llevando el nombre de Santa Cruz de Flores más allá de sus fronteras.

Este distrito, fundado oficialmente en 1922, no solo destaca por su producción vitivinícola, sino también por su rica tradición religiosa —como la festividad de la Santísima Cruz cada 3 de mayo—, sus paisajes de Azpitia, conocidos como “El Balcón del Cielo”, y su gastronomía típica, que incluye carapulcra con sopa seca, chicharrón de chancho y ceviche de camarones.

🏞️ Una visita obligatoria

Visitar la Vitivinícola Andrés Arias Ayala es adentrarse en un espacio donde la historia familiar se entrelaza con el sabor de la tierra. Sus instalaciones, cuidadosamente diseñadas, invitan al visitante a recorrer los viñedos, conocer el proceso de elaboración y degustar productos que capturan la esencia del valle. Es, sin duda, una parada obligatoria para todo aquel que desee comprender por qué Santa Cruz de Flores es considerada la Capital del Vino.

DIRECCIÓN: Av. Bolognesi Nº 360 y 361 en el Barrio “La Huayrana”      
Telf. Para ventas nacionales: 7977469 / NEXTÉL 410*0557 / 411*2304

VITIVINÍCOLA SANTA CRUZ DE FLORES

                



    "El vino alegra el ojo, limpia el diente y sana el vientre." 

 —Refrán popular, rescatado por la sabiduría de los antiguos viticultores

En el corazón del distrito que lleva con orgullo el nombre de Santa Cruz de Flores —fundado oficialmente el 27 de diciembre de 1922 y hoy reconocido como la Capital del Vino del Perú— se encuentra una bodega singular, cuyo nombre honra directamente a la tierra que la vio nacer: la Vitivinícola Santa Cruz de Flores. Esta casa productora, dirigida por el señor Arnaldo Ruiz, no solo representa una empresa familiar, sino también un acto de amor, resiliencia y compromiso con la identidad cultural del distrito.

La historia de esta vitivinícola comienza con un giro inesperado. Don Arnaldo, residente habitual de Lima, solía visitar Santa Cruz de Flores durante sus vacaciones para acompañar a su padre en las labores de la chacra, atraído por el encanto de la tierra y el trabajo agrícola. Sin embargo, tras el fallecimiento de su progenitor, se vio llamado a asumir la responsabilidad de los viñedos familiares. Fue entonces cuando descubrió que el pago que se ofrecía por las uvas era irrisorio, una realidad que lo llevó a replantear el destino de su cosecha.

Gracias al consejo de un buen amigo y a su propia determinación, Don Arnaldo decidió emprender el camino de la producción vitivinícola. Así nació la Vitivinícola Santa Cruz de Flores, bautizada con el nombre del distrito como gesto de gratitud y pertenencia. Desde entonces, ha sido miembro fundador de la Asociación Vitivinícola Artesanal, institución clave en el posicionamiento del distrito como epicentro del vino artesanal en el Perú.


Hoy, la vitivinícola cuenta con 15 productos elaborados de manera artesanal, entre los que destacan vinos, piscos, macerados y mistelas. Cada botella lleva una etiqueta que no solo certifica su calidad, sino que también honra el nombre de Santa Cruz de Flores, tierra de historia, devoción y sabor. Los lagares utilizados en la producción están revestidos con fibra de vidrio, una decisión técnica que evita la liberación de cal del cemento y garantiza la pureza del producto final.

Más allá de la excelencia enológica, la Vitivinícola Santa Cruz de Flores se ha convertido en un motor de desarrollo local. Don Arnaldo, con el apoyo constante de su familia, ha generado empleo para pobladores del distrito, fortaleciendo el vínculo entre producción y comunidad. Su atención al público es cálida y cordial, reflejo de la hospitalidad que caracteriza a Santa Cruz de Flores, donde cada visitante es recibido como parte de la familia.

Este distrito, enclavado en el fértil valle de Mala, no solo destaca por su producción vitivinícola, sino también por su devoción a la Santísima Cruz —celebrada cada 3 de mayo—, sus paisajes de Azpitia, conocidos como “El Balcón del Cielo”, y su gastronomía típica, que incluye carapulcra con sopa seca, chicharrón de chancho y ceviche de camarones.

Visitar la Vitivinícola Santa Cruz de Flores es más que una degustación: es una experiencia que conecta al visitante con la historia, el esfuerzo y la belleza de una tierra que ha hecho del vino su estandarte y de la tradición, su orgullo. Allí, cada copa es un homenaje al pasado, una celebración del presente y una promesa para el futuro.

DIRECCIÓN: Av. Bolognesi Tercer Cuadra S/N Barrio “La Huayrana”     
Telf. Para ventas nacionales: 7911785 / Cel.: 999879937   

VITIVINÍCOLA SAN JUAN

En los fértiles parajes de Santa Cruz de Flores —distrito fundado oficialmente en 1922 y hoy reconocido como la Capital del Vino del Perú— se extienden los fundos “San Juan El Totoral”, “Santa Eulalia”, “Cayaya” y “Toma Román Caycho”, tierras que han sido testigos silenciosos de una historia de esfuerzo, visión y amor por la vitivinicultura. Allí, el señor Grimaldo Ávalos Arias, con paciencia de sabio y constancia de artesano, cultivó cepas de Quebranta, Borgoña e Italia, logrando cosechas que pronto se convertirían en el deleite de las mesas más exigentes.

Su legado fue recogido con devoción por su hijo, el señor Smith Washiyama Ávalos, técnico profesional con más de tres décadas de experiencia en la mina Condestable, pero eternamente enamorado de sus viñedos y de su tierra natal. Movido por el deseo de honrar la memoria de su padre, Smith se dedicó al estudio y perfeccionamiento del arte vitivinícola, fundando en su homenaje la Vitivinícola San Juan, una empresa que conjuga tradición familiar, innovación técnica y profundo respeto por la identidad local.

La construcción y desarrollo de esta bodega ha sido posible gracias al apoyo incondicional de su esposa, la señora Nelly Ruiz, y de sus hijas, quienes representan el estímulo y la inspiración que alimentan cada etapa del proceso. La vitivinícola está equipada con máquinas y alambiques diseñados y construidos por el propio Smith Washiyama, reconocido por su inventiva y pasión por la ingeniería aplicada al arte del vino.

Cada botella que sale de la Vitivinícola San Juan lleva impresa una imagen icónica: el reloj de cuatro caras que se alza en la plaza principal de Santa Cruz de Flores, símbolo del paso del tiempo y de la permanencia de la memoria. Este reloj, gestionado en su época por el abuelo de Smith, el señor Shohiro (Teodoro) Washiyama Kuromato, representa el vínculo entre generaciones, entre lo que fue y lo que perdura.

Gracias a su dinamismo y compromiso, Smith Washiyama fue elegido como segundo presidente de la Asociación Vitivinícola Artesanal de Santa Cruz de Flores, institución que ha sido clave en el posicionamiento del distrito como epicentro de la producción vitivinícola artesanal en el Perú. Desde sus fundos, hoy renovados con nuevas plantas de vid, la Vitivinícola San Juan produce vinos, piscos y macerados que han sido reconocidos con medallas de oro y plata en concursos regionales y locales, y que se proyectan con orgullo hacia el mercado nacional e internacional.

Santa Cruz de Flores, además de su vocación agrícola, es tierra de devoción —como la que se rinde a la Santísima Cruz cada 3 de mayo—, de paisajes sublimes como los de Azpitia, y de una gastronomía que marida a la perfección con sus vinos: carapulcra con sopa seca, chicharrón de chancho, ceviche de camarones y pachamanca.

Visitar la Vitivinícola San Juan, ubicada en la Calle Pedro A. Ayala N.º 530, es adentrarse en una historia viva, donde cada copa es un tributo a la tierra, a la familia y al tiempo. Allí, los anfitriones reciben con calidez, compartiendo no solo sus productos, sino también el alma de Santa Cruz de Flores.

Productos:
Vinos: Quebranta – Borgoña – Italia – Tinto.   
Piscos: Quebranta – Italia – Acholado – Mosto Verde           
Macerados: Níspero – Durazno - Licor de Café, entre otros.

Ganador en: Vino quebranta seco, Medalla de Oro.  
Pisco Acholado 2008, Medalla de Plata.          
Vino Quebranta semiseco, Medalla de Bronce           
Haciéndose merecedor de medallas de oro y plata de sus diferentes productos a lo largo de su trayectoria.   

PRESTA SERVICIOS A EMPRESAS DE RECONOCIDO PRESTIGIO:
- Compañía Minera Condestable           
- LAIMSAC   
- ASACO de Coayllo.

sábado, 4 de abril de 2009

VITIVINICOLA LUJAN

                 


            "No soy químico, pero doy el 100% de lo que las uvas me dan." —Don Leoncio Luján Buleje

En el fértil valle de Mala, donde los vientos templados acarician los viñedos y la historia se cultiva con manos laboriosas, se alza con orgullo la Vitivinícola Luján e Hijos, una empresa familiar que encarna el alma de Santa Cruz de Flores —distrito fundado en 1922 y hoy reconocido como la Capital del Vino del Perú.

Don Leoncio Luján Buleje, andahuaylino de nacimiento, junto a su esposa, doña Francisca Consuelo Huapaya —hija de esta tierra generosa— y sus cinco hijos: Marlene, Consuelo, Elizabeth, José Luis y Jesús Humberto, han dedicado su vida a la noble tarea de transformar la uva en arte líquido. Su labor, constante y apasionada, se extiende los 365 días del año, guiada por la memoria de sus ancestros, en especial del patriarca don Marcelino Huapaya, pionero del vino en la región.

La historia de esta vitivinícola está marcada por un hito que honra tanto a la familia como al distrito: en el año 2003, durante el Primer Concurso y Festival del Pisco, la Vitivinícola Luján obtuvo la Primera Medalla del Pisco para Santa Cruz de Flores, un reconocimiento que selló su lugar en la historia enológica del país.

Con más de 25 años de experiencia, la bodega ofrece al mercado local, regional y nacional una cuidada selección de 14 productos: 9 vinos, 3 piscos y 2 macerados, todos elaborados bajo un proceso 100% artesanal. La pisa de uva se realiza en lagares tradicionales, y el pisco se destila en ollas de cobre alimentadas con leña, respetando los métodos ancestrales que confieren al producto su carácter único.


Cada etapa del proceso puede ser observada y vivida por el visitante, sin restricciones. La experiencia en la Vitivinícola Luján no es solo gustativa: es sensorial, emocional y cultural. Es una invitación a comprender cómo la tierra, el tiempo y la familia se unen para dar vida a vinos y piscos de exquisitez reconocida, galardonados en diversos certámenes por su calidad y autenticidad.

Santa Cruz de Flores, además de su vocación vitivinícola, es tierra de devoción —como la que se rinde a la Santísima Cruz cada 3 de mayo—, de paisajes sublimes como los de Azpitia, y de una gastronomía que marida a la perfección con sus vinos: carapulcra con sopa seca, chicharrón de chancho, ceviche de camarones y pachamanca.

Así pues, visitar la Vitivinícola Luján e Hijos es más que una degustación: es un encuentro con la historia viva de Santa Cruz de Flores, una celebración del trabajo familiar y una exaltación del sabor auténtico. ¡Visítenos y diga salud, con vinos, piscos y macerados Luján!


Av. Santa Cruz Nº 336 Santa Cruz de Flores – Cañete        

Telf. Para ventas nacionales: 766-4158 / 7977944 / 9851-08323

VIÑA DON DANIEL


En el corazón del fértil valle de Mala, donde el sol acaricia las viñas y la tradición se cultiva con esmero, se encuentra la Viña Don Daniel, una de las joyas vitivinícolas de Santa Cruz de Flores —distrito reconocido como la Capital del Vino en el Perú. Esta casa productora, dirigida por el señor Daniel Balcázar, representa no solo la continuidad de un legado familiar, sino también el espíritu emprendedor que caracteriza a esta tierra bendecida por la uva.

La historia de la Viña Don Daniel se remonta a 1960, cuando don Felipe Conde Ávalos, abuelo del actual propietario, fundó la primera vitivinícola familiar. Aquel sueño inicial, que funcionó bajo el nombre de Viña Don Felipe, fue heredado en 2003 por el señor Daniel Conde Balcázar, quien, con dedicación incansable y el apoyo de su familia, transformó el proyecto en una empresa sólida, con alambique propio, viñedos cultivados con esmero y una producción que honra las raíces artesanales del distrito.

Hoy, la Viña Don Daniel ofrece una exquisita variedad de piscos con denominación de origen —Italia y Quebranta— y vinos elaborados con cepas tradicionales como Borgoña, Italia, Uvina y Quebranta, disponibles en estilos seco, abocado y semi seco. Cada botella encierra el sabor auténtico de Santa Cruz de Flores, donde la tierra, el clima y el saber heredado se conjugan para ofrecer productos de calidad superior.

Miembro activo de la Asociación Vitivinícola Artesanal de Santa Cruz de Flores, la Viña Don Daniel ha representado al distrito en múltiples eventos locales, regionales y nacionales, cosechando elogios y reconocimientos. Hasta la fecha, ha acumulado más de 25 medallas, testimonio de su excelencia y constancia. En el reciente Concurso Regional de Lima, realizado en Huacho, obtuvo ocho medallas en una sola edición, convirtiéndose en el único productor del distrito en recibir la prestigiosa Medalla al Gran Ganador, otorgada por la calidad y cantidad de sus galardones.

Este logro no solo enaltece a la Viña Don Daniel, sino también a todo Santa Cruz de Flores, distrito que desde su creación en 1922 ha sabido preservar su identidad agrícola, religiosa y festiva. Conocido por su devoción a la Santísima Cruz (celebrada cada 3 de mayo), sus paisajes de Azpitia —el famoso “Balcón del Cielo”— y su gastronomía típica, el distrito se ha convertido en un destino obligado para quienes buscan autenticidad, sabor y cultura.

🏞️ De paso por la Viña Don Daniel

Quien visita la Viña Don Daniel no solo degusta vinos y piscos excepcionales: vive una experiencia íntima, guiada por los propietarios, quienes comparten con generosidad su historia, su pasión y el amor que imprimen en cada producto. En cada copa se percibe el alma de la uva, el trabajo de manos dedicadas y el orgullo de un pueblo que ha hecho del vino su estandarte.

Así pues, si usted decide visitar Santa Cruz de Flores, recuerde que hay pasos que no se deben omitir. La Viña Don Daniel no es solo una parada: es una celebración de la herencia, el esfuerzo y el sabor que definen a esta tierra prodigiosa.

DIRECCIÓN: Av. Bolognesi S/N

TELÉFONOS PARA PEDIDOS NACIONALES: 999312661 TELF. FIJO: 3007612


jueves, 2 de abril de 2009

VITIVINICOLA JHON JHON

                        

"Si a Flores vino y no tomó vino… ¿a qué vino?" —Lema popular de la Vitivinícola Jhon Jhon

En el distrito de Santa Cruz de Flores —fundado oficialmente en 1922 y hoy reconocido como la Capital del Vino del Perú— florece una bodega singular que conjuga tradición agrícola, pasión familiar y autenticidad artesanal: la Vitivinícola Jhon Jhon. Fundada y dirigida por el señor Leonidas Carrillo Rodríguez, esta empresa representa el espíritu emprendedor de quienes han hecho del vino y el pisco no solo una actividad económica, sino una expresión de identidad cultural.

Don Leonidas, heredero de una larga tradición familiar, inició su camino en el cultivo de viveros, siguiendo los pasos de su padre. Hoy, mantiene este legado con orgullo, ofreciendo una amplia variedad de cepas —tanto en plantaciones directas como en injertos— que abastecen no solo sus propios viñedos, sino también a clientes que desean cultivar uvas en sus jardines. Esta faceta agrícola convierte a Jhon Jhon en la única vitivinícola del distrito que combina producción enológica con venta de viveros, fortaleciendo el vínculo entre tierra y comunidad.

La receta del vino, transmitida por su padre, se conserva intacta: un método artesanal que respeta los tiempos de la uva, la pisa tradicional y la fermentación natural. Motivado por la creciente demanda de vino y pisco en Santa Cruz de Flores, Don Leonidas decidió ampliar su negocio, incorporándose en 2024 a la Asociación Vitivinícola Artesanal del distrito. En su primer año como miembro, obtuvo su primera medalla por su Pisco Quebranta, reconocimiento que lo impulsó a perfeccionar sus procesos y preparar nuevas cosechas con miras a la excelencia.

La Vitivinícola Jhon Jhon ofrece una experiencia cálida y campestre. Ubicada entre paisajes que evocan la serenidad del valle de Mala, sus instalaciones cuentan con mesitas para degustación, donde los visitantes pueden disfrutar de vinos y piscos de sabor inigualable, elaborados con cepas Borgoña y Quebranta en versiones seco, dulce y semi seco, y piscos de uva Quebranta y Uvina, todos producidos de manera artesanal.

Más allá de la calidad de sus productos, Don Leonidas se enorgullece de generar empleo local y de atender personalmente a sus clientes, en cualquier momento del día. Su meta es clara: hacer crecer la producción con el apoyo de su familia, consolidando un proyecto que honra el pasado y proyecta el futuro.

Santa Cruz de Flores, además de su vocación vitivinícola, es tierra de devoción —como la que se rinde a la Santísima Cruz cada 3 de mayo—, de paisajes sublimes como los de Azpitia, y de una gastronomía que marida a la perfección con sus vinos: carapulcra con sopa seca, chicharrón de chancho, ceviche de camarones y pachamanca.

Visitar la Vitivinícola Jhon Jhon es más que una degustación: es un encuentro con la tierra, con la historia y con el sabor auténtico de Santa Cruz de Flores. Allí, cada copa es una celebración de lo que esta tierra generosa sabe ofrecer.  

Vinos: Seco - Dulce – Semi seco; en borgoña y quebranta.                  
Piscos: Quebranta y Uvina.                 

DIRECCIÓN: Av. Pedro Aburto S/N          
TELÉFONO PARA VENTAS NACIONALES: 999244920 FIJO 79206
42   


martes, 24 de marzo de 2009

VITIVINICOLA CLARO

Quien ha tenido el privilegio de recorrer los fértiles valles de Santa Cruz de Flores, en la provincia de Cañete, sabe que este distrito no solo es tierra de paisajes encantadores y tradiciones centenarias, sino también cuna de una de las más prestigiosas casas vitivinícolas del Perú: la Vitivinícola Claro.

Fundada sobre el legado de generaciones dedicadas al cultivo de la vid y la destilación artesanal, la Vitivinícola Claro se erige como símbolo de excelencia enológica y emblema cultural del distrito. Sus instalaciones, amplias y cuidadosamente diseñadas, albergan un alambique propio —testimonio de su compromiso con la producción tradicional— y un segundo local destinado a la venta directa de vinos, piscos y macerados. Allí, el visitante puede deleitarse con una de las más vastas y refinadas colecciones de productos vitivinícolas del país, muchos de ellos galardonados con medallas en concursos nacionales, que confirman su calidad y prestigio.

La experiencia en Claro va más allá de la degustación: es una inmersión en la historia viva de Santa Cruz de Flores. Los propietarios, herederos de una pasión transmitida por generaciones, reciben personalmente a los visitantes con calidez y orgullo, compartiendo relatos, secretos de elaboración y copas generosas que celebran el alma del valle.

No es casual que a Santa Cruz de Flores se le conozca como La Capital del Vino. Esta denominación, hoy reconocida a nivel nacional, fue impulsada por la Asociación Vitivinícola Artesanal, de la cual Claro es miembro fundador. Gracias a su liderazgo y constancia, el distrito ha logrado posicionarse como epicentro de la cultura vitivinícola artesanal, atrayendo a turistas, investigadores y amantes del buen beber.

Ubicado a tan solo una hora de Lima, Santa Cruz de Flores ofrece un clima privilegiado, una rica tradición religiosa —como la devoción a la Santísima Cruz celebrada cada 3 de mayo— y una gastronomía que marida a la perfección con sus vinos: carapulcra con sopa seca, chicharrón de chancho, ceviche de camarones y pachamanca, entre otros manjares.

Así pues, si usted aún no ha visitado Santa Cruz de Flores, permítase descubrir un rincón donde la historia, la fe y el sabor se entrelazan. Y si decide hacerlo, recuerde que la Vitivinícola Claro no es solo una parada obligatoria: es el corazón palpitante de un distrito que ha hecho del vino su estandarte y de la hospitalidad, su arte.


Para pedidos: 7920642

sábado, 21 de marzo de 2009

VITIVINICOLA DON ELIAS



"Fui por una botella y me vine con seis… y aún no recuerdo cuántas copas disfruté." —Visitante anónimo, encantado por la experiencia

En el corazón de Santa Cruz de Flores —distrito fundado en 1922 y hoy reconocido como la Capital del Vino del Perú— se encuentra una bodega que encarna el espíritu acogedor, sabio y generoso de su gente: la Vitivinícola Don Elías. Ubicada en la Av. Santa Cruz N.º 675, esta casa productora es mucho más que un punto de venta: es un espacio de encuentro, memoria y sabor.

Don Elías, anfitrión cálido y conocedor profundo de su tierra, recibe a cada visitante con una sonrisa franca y una copa servida con orgullo. Su vitivinícola, que cuenta con viñedos propios y una producción artesanal de alta calidad, ha sido galardonada con diversas medallas en concursos regionales, confirmando su lugar entre las más destacadas del distrito.

Durante la visita, Don Elías no solo ofrece degustaciones de sus vinos —en variedades que van del seco al abocado— sino también comparte relatos sobre los orígenes de Santa Cruz de Flores, su evolución como centro vitivinícola, y la riqueza arqueológica de la zona, como los restos incaicos de La Ollería, vestigios que testimonian la antigua vocación alfarera y agrícola del valle de Mala.

La experiencia en la Vitivinícola Don Elías es profundamente gratificante. Sus ambientes, diseñados para la comodidad y el disfrute, permiten al visitante relajarse, conversar y saborear cada copa en compañía de quien ha hecho del vino una forma de vida. La conversación con Don Elías fluye como el vino: cálida, sabia y llena de matices.

Santa Cruz de Flores, además de su producción vitivinícola, es tierra de devoción —celebrada cada 3 de mayo en honor a la Santísima Cruz—, de paisajes sublimes como los de Azpitia, y de una gastronomía que marida a la perfección con sus vinos: carapulcra con sopa seca, Picante Florino, chicharrón de chancho, ceviche de camarones y pachamanca.

Hoy, este distrito no solo es la Capital del Vino: es también un nuevo destino turístico, donde historia, sabor y hospitalidad se entrelazan. Y en ese recorrido, la Vitivinícola Don Elías es una parada obligatoria, una copa de bienvenida y un recuerdo imborrable.


Av. Santa Cruz Nº 675 - Santa Cruz de Flores - Cañete


Teléf. 796-3856 Cel.: 995125382