“Disfrute de un buen Vino y un buen Pisco de calidad Camacho”
En el apacible distrito de Santa Cruz de Flores —joya agrícola de la provincia de Cañete y orgullosamente conocida como la Capital del Vino— se encuentra la Vitivinícola Camacho, una empresa familiar que encarna el espíritu de perseverancia, innovación y afecto fraterno. Fundada por don Juan Camacho Llanos, uno de los miembros más respetados de la Asociación Vitivinícola Artesanal del distrito, esta casa productora ha sido testigo de la evolución de la viticultura local desde sus raíces tradicionales hasta sus actuales prácticas sostenibles.
Hoy, la vitivinícola es administrada por su hijo, el ingeniero industrial Mario Camacho, quien ha sabido conjugar el legado artesanal con los avances tecnológicos de la enología moderna. En homenaje al vínculo indisoluble que lo une a sus hermanos José y Julio Camacho, ha bautizado sus piscos con el nombre TILKAY, evocando el imponente cerro triangular que se alza tras Machu Picchu. Así como esa montaña representa solidez y permanencia, también lo hace la relación entre estos tres hermanos, cuya unión ha sido piedra angular del proyecto familiar.
Desde hace siete años, los viñedos de la Vitivinícola Camacho se cultivan bajo principios ecológicos: sin pesticidas ni fertilizantes químicos, respetando los ciclos naturales de la tierra y preservando el método artesanal heredado de generaciones anteriores. Esta transición hacia la viticultura sostenible no fue sencilla, pero hoy rinde frutos tanto en calidad como en reconocimiento.
La casa cuenta con seis medallas obtenidas en concursos regionales y departamentales, destacando en categorías como Pisco Acholado, Mosto Verde y Vino Borgoña Seco. Su catálogo de productos es amplio y refinado: vinos elaborados con cepas Borgoña, Quebranta e Italia en versiones seco, dulce y semiseco; piscos con denominación de origen en variedades Italia, Quebranta, Mosto Verde y Acholado; y macerados artesanales de durazno y fresa que capturan la esencia frutal del valle.
La atención al público se realiza en sus acogedoras instalaciones ubicadas en la intersección de la avenida Bolognesi con la avenida Lima, en el tradicional barrio de La Huayrana, uno de los núcleos históricos del distrito. Allí, los visitantes son recibidos con cordialidad y pueden conocer de cerca el proceso de elaboración, degustar los productos y compartir con una familia que ha hecho del vino y el pisco no solo una actividad económica, sino una expresión de identidad cultural.
Santa Cruz de Flores, fundado oficialmente en 1922, es mucho más que un distrito vitivinícola: es tierra de devoción —como la que se rinde a la Santísima Cruz cada 3 de mayo—, de paisajes sublimes como los de Azpitia, y de una gastronomía que marida a la perfección con sus vinos: carapulcra con sopa seca, ceviche de camarones, chicharrón de chancho y pachamanca.
La Vitivinícola Camacho, con su compromiso ecológico, su historia familiar y su excelencia artesanal, representa con orgullo el alma de este distrito. Visitarla es comprender por qué Santa Cruz de Flores no solo produce vino: cultiva memoria, afecto y sabor.
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