martes, 24 de marzo de 2009

VITIVINICOLA CLARO

Quien ha tenido el privilegio de recorrer los fértiles valles de Santa Cruz de Flores, en la provincia de Cañete, sabe que este distrito no solo es tierra de paisajes encantadores y tradiciones centenarias, sino también cuna de una de las más prestigiosas casas vitivinícolas del Perú: la Vitivinícola Claro.

Fundada sobre el legado de generaciones dedicadas al cultivo de la vid y la destilación artesanal, la Vitivinícola Claro se erige como símbolo de excelencia enológica y emblema cultural del distrito. Sus instalaciones, amplias y cuidadosamente diseñadas, albergan un alambique propio —testimonio de su compromiso con la producción tradicional— y un segundo local destinado a la venta directa de vinos, piscos y macerados. Allí, el visitante puede deleitarse con una de las más vastas y refinadas colecciones de productos vitivinícolas del país, muchos de ellos galardonados con medallas en concursos nacionales, que confirman su calidad y prestigio.

La experiencia en Claro va más allá de la degustación: es una inmersión en la historia viva de Santa Cruz de Flores. Los propietarios, herederos de una pasión transmitida por generaciones, reciben personalmente a los visitantes con calidez y orgullo, compartiendo relatos, secretos de elaboración y copas generosas que celebran el alma del valle.

No es casual que a Santa Cruz de Flores se le conozca como La Capital del Vino. Esta denominación, hoy reconocida a nivel nacional, fue impulsada por la Asociación Vitivinícola Artesanal, de la cual Claro es miembro fundador. Gracias a su liderazgo y constancia, el distrito ha logrado posicionarse como epicentro de la cultura vitivinícola artesanal, atrayendo a turistas, investigadores y amantes del buen beber.

Ubicado a tan solo una hora de Lima, Santa Cruz de Flores ofrece un clima privilegiado, una rica tradición religiosa —como la devoción a la Santísima Cruz celebrada cada 3 de mayo— y una gastronomía que marida a la perfección con sus vinos: carapulcra con sopa seca, chicharrón de chancho, ceviche de camarones y pachamanca, entre otros manjares.

Así pues, si usted aún no ha visitado Santa Cruz de Flores, permítase descubrir un rincón donde la historia, la fe y el sabor se entrelazan. Y si decide hacerlo, recuerde que la Vitivinícola Claro no es solo una parada obligatoria: es el corazón palpitante de un distrito que ha hecho del vino su estandarte y de la hospitalidad, su arte.


Para pedidos: 7920642

sábado, 21 de marzo de 2009

VITIVINICOLA DON ELIAS



"Fui por una botella y me vine con seis… y aún no recuerdo cuántas copas disfruté." —Visitante anónimo, encantado por la experiencia

En el corazón de Santa Cruz de Flores —distrito fundado en 1922 y hoy reconocido como la Capital del Vino del Perú— se encuentra una bodega que encarna el espíritu acogedor, sabio y generoso de su gente: la Vitivinícola Don Elías. Ubicada en la Av. Santa Cruz N.º 675, esta casa productora es mucho más que un punto de venta: es un espacio de encuentro, memoria y sabor.

Don Elías, anfitrión cálido y conocedor profundo de su tierra, recibe a cada visitante con una sonrisa franca y una copa servida con orgullo. Su vitivinícola, que cuenta con viñedos propios y una producción artesanal de alta calidad, ha sido galardonada con diversas medallas en concursos regionales, confirmando su lugar entre las más destacadas del distrito.

Durante la visita, Don Elías no solo ofrece degustaciones de sus vinos —en variedades que van del seco al abocado— sino también comparte relatos sobre los orígenes de Santa Cruz de Flores, su evolución como centro vitivinícola, y la riqueza arqueológica de la zona, como los restos incaicos de La Ollería, vestigios que testimonian la antigua vocación alfarera y agrícola del valle de Mala.

La experiencia en la Vitivinícola Don Elías es profundamente gratificante. Sus ambientes, diseñados para la comodidad y el disfrute, permiten al visitante relajarse, conversar y saborear cada copa en compañía de quien ha hecho del vino una forma de vida. La conversación con Don Elías fluye como el vino: cálida, sabia y llena de matices.

Santa Cruz de Flores, además de su producción vitivinícola, es tierra de devoción —celebrada cada 3 de mayo en honor a la Santísima Cruz—, de paisajes sublimes como los de Azpitia, y de una gastronomía que marida a la perfección con sus vinos: carapulcra con sopa seca, Picante Florino, chicharrón de chancho, ceviche de camarones y pachamanca.

Hoy, este distrito no solo es la Capital del Vino: es también un nuevo destino turístico, donde historia, sabor y hospitalidad se entrelazan. Y en ese recorrido, la Vitivinícola Don Elías es una parada obligatoria, una copa de bienvenida y un recuerdo imborrable.


Av. Santa Cruz Nº 675 - Santa Cruz de Flores - Cañete


Teléf. 796-3856 Cel.: 995125382